I. Autorretrato
“...o soy yo la nada o lo eres tú;
los dos no podemos ser”
Macedonio Fernández
Levanto el pie
descubro que el escalón es alto
levanto el brazo
compruebo que lo excede la imposición del mástil
levanto la cabeza
la vista se disuelve en la licuada vanidad del cielo
me afirmo entonces en mi porción de tierra
me aboco a ser semilla
me reconozco parte insobornable de un proceso continuo
me potencio
me aparto de falaces anuncios
y en vez de religarme
me dedico a nacer cada mañana
mientras el sol lo pida
Giro sobre mi centro de gravitación
hacia adentro todo es memoria
hacia afuera todo es memoria
En un punto convergen los olvidos
No estoy allí
no soy ese punto
no conozco el lugar
No me preguntes
Robo a una minúscula servilleta
su condición gastronómica
la convierto en papel
trazo unas líneas hondas como el aliento que las impulsa
líneas que oscilan entre el asombro y la estupefacción
leo las treinta o cuarenta palabras que llevo conformadas
califico el poema
firmo
Confundo los olores con las formas
Oler me vuelve a los espacios
que aún no he recorrido
En los dedos disuelvo sin embargo
lugares
casas
cosas
pertenencias
Miro sobre la mesa
hay una pátina de grasa sobre la mesa
sobran unos dedos impresos sobre la mesa
casi no se dibuja mi cara sobre la mesa
pero insisto
vuelco una copa de agua sobre la mesa
espolvoreo migas de la cena sobre la mesa
rompo un sobre de azúcar sobre la mesa
y me miro
me miro
y me veo dulce nutritivo transparente
nítido digital y butiroso
sobre la mesa
Despido una viscosa gota
ligera
lupanar
libidinosa gota
tibia
temible
tronadora
como arrancada del ojal de una tormenta
cósmica
cortés
considerada gota única
total
definitiva
Caigo
arremeto
me duelo
me sajo
me ahondo
me empujo
oh!
Y a veces también me me
a mí
mutándome
Tiro de la luz y se deshila un árbol
se deshace el tejido de la calle
se extiende un filamento de mampostería
y el entramado del tapiz del mundo
vuelve a ser una idea
“Los descubrimientos no pueden esperar”
Craig Venter
II. La otra condición
“En el instante en que ibas a pasarle te pregunté:
¿Vas a atravesar el puente para venir conmigo?”
Nietzsche
Supuestamente estás a mi revés
porque miro por el espejo
pero mi revés es más confiable que mi derecho
más piadoso
me devuelve en un plano lo que el mundo
se empeña en confundirme
y elimina en los márgenes a los que se autoexcluyen
sin culparlos ni culparme
ejerciendo su función de revés
invitándome a girar la vista
para afirmar que existo
No te leas más de lo necesario
aquí en esta letra donde te estás leyendo
en esta letra eficazmente escrita para vos
para que no te leas
pero para que sepas que esta letra es tuya
no mía no de la tinta no de la otra
tuya
para que no te leas
Un salto visceral
del estómago al cerebro
de la parte a la nada
para tranquilizar nuestra conciencia
y salvar la economía
Es todo tan explícito ¿ves?
tan mostrado tan así
que también esto es así como lo ves
tan llano tan simple tan inocuo
como un puñado de palabras que no dicen nada
pero que se exhiben obscenas
para que les pongas sentido
Nada
ni los unos ni los pocos
ni los menos
ni la nunca justa y siempre inmensa mayoría
ni los otros
ni vos ni ella ni él ni los pulmones
ni las plantas ni el libro ni el arroyo
ni la última letra ni el intento
ni el sábado final
ni la partida
Evitabas que leyera los días amarillos
porque los días amarillos -decías-
son días para no leer
son días para hacer el amor o hacer de cuentas que se hace el amor
son días en los que cada gota pesa por la totalidad de los días
días enfermos que pasan como prestamistas
presuntuosos desconfiados cínicos
días en los que nada que se haga puede valer la pena
y hacer el amor cuando vale la pena
es anular el día por más amarillo por más desleído
por más incierto que amanezca
III. Cuotas partes
"El caos es un orden por descifrar"
José Saramago
Una forma de escritura emerge de la mesa
se escurre entre los dedos y gana el aire con el humo de los cigarrillos
se mezcla con las voces recortadas de ocasionales parroquianos
dirime el espacio con las moscas
anima un texto inmaterial
vuelve a ser lo que era pensamiento
hasta que cae pesadamente sobre el margen de una hoja de diario
confunde las dos realidades
se espeja en los colores de la ilustración
y trama la factura de un poema que no tendrá lectores
pero gozará del prestigio de las cosas
que no deben explicarse
A cada quien su pizca su boleto
su tiempo compartido
su plan de ahorro con licitación incorporada
su turno cama adentro cama afuera
su cuota parte
su cónyuge su amante su secreto
su mitad de paraíso
su doble purgatorio
su infiernito cotidiano
su fractal y su espejo
Sabíamos que no podrán los búhos
negarnos la vigilia
ojos abiertos
penas abiertas
tierras abiertas
Los párpados no existen en esta pobre patria
vivimos o morimos
pero no nos es permitido descansar
Es extraño verse de este lado
tan de este lado que se sospecha de los que transpusieron el límite
a ver si todavía se escindieron
a ver si todavía se aprovecharon de nuestra confianza para cortarse solos
a ver si todavía nos estafaron la ilusión
nos robaron
nos violentaron
nos despojaron
a ver si todavía resulta que somos nosotros los escindidos
los desgajados los sectarios
a ver si todavía resulta que somos los deudores
convencidos como estamos de nuestras acreencias
a ver si todavía resulta que somos responsables de nuestra frustración
artífices de esta anomia
sicarios de esta transpolación de virtudes
de esta ineptitud
Cómo pensar siquiera tamaña anomalía
Y sin embargo estamos de este lado
tan de este lado que se sospecha de nosotros
de los que nos quedamos aquí
inmóviles anacrónicos olvidados
pensando que los otros son que los otros fueron
pensando que no podía ser que no pudiéramos
que no supiéramos
pensando que no supimos
pero cómo que no supimos
pero cómo puede ser que no supimos
Si marco un punto sobre la mesa
cabe en ese punto el contenido de toda la mesa
porque todo le será referido
Si erijo un hombre sobre el mundo
el contenido de todo el mundo
cabe en ese único hombre
Ahora que he inventado el mundo
sólo cambiaré puntos de vista
"La ciudad futura es el placer del intervalo"
Kazuo Shinohara
IV. Vertedero
“Los que creen que pinto demasiado rápido,
me miran demasiado rápido.”
Vincent van Gogh
Hay un agujerito ahí
por el que podés pasar
ver qué hay del otro lado
Agua
líquido líquido agua
líquido líquido agua
líquido agua
líquido líquido agua
líquido agua
líquido agua
líquido líquido agua
líquido
líquido
líquido
líquido líquido agua
líquido agua
líquido agua
líquido líquido líquido
líquido
líquido
Kierkegaard
¡cuidado!
no es tan sencillo descender de una mujer
V. El otro disfraz de la poesía
"Este mundo tal como lo vemos está por pasar"
Pablo de Tarso
El río de empedrado que se impone a mis ojos
me trae una palabra u otra
uno u otro reflejo
un andar u otro andar desnivelados
un chasquido de gomas
la sensación de estar envejeciendo bajo la piel del plátano
la certeza de haber vivido a pocas cuadras
el pesar por lo perdido
la tenue esperanza de arañarles los pies a las gaviotas
algún saludo
algún porqué
varios destinos accesibles
la incesante perplejidad
y el enojo de ver pisoteada cada idea que suelto
por la torpe costumbre de arriesgarlas
echándolas a la calle
Ayer no más había en la barraca
un olor de talabartería
que no supe
no quise
no he podido
retener en las manos
Me vuelvo de estopa
deshilachado húmedo gris
a mano para el querosén y las urgencias
amorfo contenido
valorado por la grasa y por las fosas
insustituible en el banco del taller
arrinconado en los estantes de las tiendas
útil
ignorado
prescindente en los inventarios de bienes
desposeído
sucio
habitante del bolsón de los residuos
incinerado en las hogueras dominicales que dorarán la carne
texturado primitivo
cerebral elemental nervado
tapón de apuro
esponja
lámpara
sordo de sordera irreversible
madeja
enredo
tentación de limpiarles las uñas a quienes se arroguen mi representación
y brazo torso pierna de espantapájaros
en las caldeadas tardes de verano
de la américa del sur
Me vaciaba un instinto de polleras superior a mis sueños
y en la lana que olía a campanario
se alargaban los huesos hasta el límite
del hombre con el niño
Fue la primera vez que até una nube
al piso de la chata
y la paseé con el humo de los cigarrillos
que soltaba mi viejo
Hay un calabozo entre tus piernas
una inmoral manera de apresarme
un atropello injusto que no intento siquiera resistir
Yo fui a buscar allí el sustento que creí necesario
pero volví vacío
solo de soledad rampante
amordazado
hecho un mísero apéndice del aire que pobló tu cintura
curvó tu vientre
y puso en mi mano una tijera
que separó tejidos de quejidos
Alguna vez hallé entre los recuerdos
papeles de otros días
estaban amarillos
sucios
viejos
parecían escritos esta tarde
sin embargo insistían
Has abierto has parido la canilla
adonde hay agua
pero decíme
adónde hay agua
VI. Polisemia
“Sorpréndeme, estoy preparado”
Soeren Kierkegaard
Propiedad de la razón
escoger
Mire usted por favor este dedo
allá en lo alto
en el extremo de la proyección que este dedo señala
allá donde usted mira
no hay nada
nada
Sin embargo usted mira
y ve
y ve porque este dedo se lo indica
allá donde no hay nada
donde este dedo que está aquí
al lado suyo
impertinente se lo apunta
En pie de guerra
los unos y los otros
unos menos que los otros
igual los dos
en pie de guerra
Venimos de una noche de vigilia
algunos se mantienen despiertos con las fuerzas intactas
otros vacilan tambalean
los menos abandonan todo trato cortés
Avanza el día mientras tanto y casi nadie se entera
Después regresará la noche Con ella otra vigilia
Me fui con la misma velocidad con que regreso
último en el orden de lo primordial
redondo
e ingrávido
Iba usted detrás de las palabras
como van las moscas detrás del azúcar
-en realidad es usted mosca y azúcar-
y no creyó no supo
que a la palabra se la cría con la dedicación de un viñatero
se le habla para que resista la tentación de adocenarse
de adecentarse
de mimetizarse
se le habla para que sea ella la expresión de una patria diferente
no un eco
no una copia
no el escandaloso dictum de los lingüistas
se le habla para que sea ella una palabra sola
territorial sonora luminosa
una palabra que engendre la voluntad que la pronuncie
y se parta como una semilla después esparciéndose
Mire usted qué bella es esta pequeña multifacética
tentadora hendija
por donde filtra lúbrico concupiscente
un hilito delgado que parece una idea
¿No le dan ganas de volcar la cara
beberse todo el jugo
morir enchastrado en un pantano de tanta novedad?
VII. Al margen de cualquier consideración
“La ciudad del futuro
experimentará la belleza de la confusión"
Kazuo Shinohara
Alguien que quiere gritar
Alguien que puede gritar
Alguien que viene a gritar
Alguien que empieza a gritar
Alguien que dice gritar
Alguien que deja gritar
Alguien que niega gritar
Alguien que indica gritar
Alguien que obliga a gritar
Alguien que amaga gritar
Alguien que duda gritar
Alguien que impide gritar
Alguien que urde gritar
Alguien que alienta a gritar
Alguien que teme gritar
Alguien que aspira gritar
Alguien que prueba gritar
Alguien que impulsa gritar
Alguien que pena gritar
Alguien que suele gritar
Alguien que sueña gritar
Alguien que ama gritar
Alguien que ordena gritar
Alguien que estudia gritar
Alguien que incita a gritar
Alguien que apura a gritar
Alguien que invita a gritar
Alguien que evita gritar
Alguien que olvida gritar
Alguien que añora gritar
Alguien que aduce gritar
Alguien que espera gritar
Alguien que odia gritar
Alguien que elude gritar
Alguien que ofrece gritar
Alguien que adora gritar
Alguien que cree gritar
Alguien que crece al gritar
Alguien que piensa gritar
Alguien que sufre gritar
Alguien que grita
y alguien que calla
siempre
Aquí hay una mosca
allá hay otra mosca allá hay otra mosca allá hay otra mosca
muertas todas las moscas y esparcidas
sin orden ni propósito
muertas por la acción de una paleta de plástico
muertas por un exterminador individual
muertas las moscas por invadir el silencio
por alterar la calma
muertas de muerte súbita arrebatada violenta
muertas de muerte provocada por una sola voluntad
muertas por aplastamiento
muertas por el error de detenerse cuando debían volar
Muerte estéril la muerte de las moscas
moscas que siempre vuelven
muertes que siempre vuelven
yo detesto las moscas y las muertes que abusan del regreso
Qué poca cosa es un rastro de escritura
un lote de grafías abolladas sin indicio de fechas ni destino
que se parapetó en la contratapa de alguna agenda vieja
y allí quedó acechando
Qué extraña sensación es encontrarnos
con quien parecería que hemos sido
adversario y oscuro
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