Adultos de ahora
Acaso vivamos para contar un puñado de historias en las que se repiten, ex profeso, dos o tres protagonistas.
Ladrarle al espejo
Ponga un perro delante de un espejo y deténgase un momento a observarlo, verá que no tarda en ladrarle a su propia imagen. Ladrar sabe el perro por naturaleza; discernir quién es y por qué ladra, no. Para que se tranquilice necesita la presencia del amo (o de la ama) que le hable y le sobe el lomo. Es decir, que lo amanse, lo discipline, lo domestique. Hay mucho perro por estos pagos ladrándole al espejo.
Poesía y psicoanálisis
Si algo aleja a la poesía –al menos cuando lo es- del psicoanálisis y de la literatura para acercarla al humor, es su libertad, su antidogmatismo, su antiescolarismo, su capacidad de repentización y de síntesis, la sugerencia inteligente, la intuición, la lectura pronta y sagaz de la realidad, la ironía en lugar del sarcasmo, la lateralidad en lugar del centrismo o del foquismo, su gratuidad y su inutilidad.
Tanto la poesía como el humor son gratuitos e inútiles; por eso se vuelven imprescindibles. Lo demás es chiste o literatura, pero de eso que se ocupe el psicoanálisis.
Con dios y con el diablo
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No se puede estar con Dios y con el Diablo; a la corta o a la larga uno de los dos impone su voluntad y nos captura. Pero sí se puede estar sin ninguno de los dos. Hacernos creer lo contrario es la mayor trampa que le tendió el Poder a los hombres libres a lo largo de la historia. Y el propósito fue siempre el mismo: dominarlos.
Ay..!
"Nadie debería publicar si no puede corregir su propio trabajo" -me dijo alguien con la voz suave, pero con el pensamiento filoso.
Y de pronto se me figuró una ciudad, un país, un continente, una historia casi vacíos de escritores.
¿Será que a la poesía no la hacemos entre todos, como quería un bisoño Lautrèamont?
Los temas de los poetas
Hay cantidad de poetas que escriben muy bien sobre el amor, la condición humana, la majestuosidad de la naturaleza, los meandros del alma y el espíritu; las diversas posturas ideológicas,
éticas y estéticas; las guerras, la explotación, las escuelas filosóficas y las corrientes de pensamiento; la patria, el pueblo y la cultura nacional; la exclusión social, los principios emancipadores de la lucha, la relación
con dios o con los dioses, lo trascendente, lo maravilloso, lo mágico, la historia, la revolución.
Yo trato de escribir sobre mí y lo que vivo, que es el único tema del que más o menos conozco algo.
Murió de indigestión. Le presentaron un texto que parecía apetitoso y se tragó sin respirar todas las entrelíneas.
Tradición
Es ley –no escrita, pero que se palpa- que quienes más insisten en recordar aquello de que
“Los hermanos sean unidos,
porque ésa es la ley primera;
tengan unión verdadera
en cualquier tiempo que
sea,
porque si entre ellos pelean
los devoran los de afuera”
son los más encarnizados por devorarse a los de adentro cuando se juega la herencia; sobre todo, si jugosa.
Hasta que me quite el sueño
Abunda cierto tipo de poesía correcta que; como a la gente correcta, las casas correctas, los discursos, las maneras o los jardines correctos; uno mira y dice 'qué lindo', 'qué bien'; pero que no da ganas de abrazar, de metérsele, de hacerla propia, de temblar con ella. Y a mí lo que me gusta; tanto en la poesía como en la gente, las casas, los discursos, las maneras o los jardines; es cierta incorrección que me haga vibrar y, si fuera posible, hasta que me quite el sueño.
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